Sunday, November 28, 2010

Pumas murió con gran esfuerzo y poco futbol

los universitarios se despidieron con más pena que gloria, ya que poco pudieron hacer ante los
dos goles de los sudamericanos Humberto Suazo, al minuto 88, y Neri Cardozo, al 92', maquillaron la mala imagen de local, frente a unos auriazules que lucharon constantemente en busca de hacer algo más. 
 

PRIMER TIEMPO

Fue la continuación de los 90 minutos de somnolencia que nos mostraron ambos equipos en el juego de ida. Monterrey y Pumas, en el segundo tiempo, ofrecieron mejores cosas, luego de que en el primero simplemente se acariciaron, aunque fueron los auriazules los que buscaron el partido.
La primera llegada de peligro se dio a los 20 minutos, cuando Martín Bravo, de forma incómoda, logró realizar un buen remate, que Jonathan Orozco desvió a tiro de esquina.
Después, fueron los Rayados los que trataron de abrir el marcador, con una buena jugada de Aldo de Nigris, que terminó por rematar Humberto Suazo. El balón pasó muy cerca de la portería de Sergio Bernal.
De hecho, el local fue el que se animó en los minutos finales de esta primera mitad, en la que los regios dejaron en claro que les bastaba con el empate.
Mientras tanto, al conjunto de Memo Vázquez pareciera que se le había acabado la magia.



SEGUNDO TIEMPO

La tónica para el segundo tiempo cambió un poco, sobre todo del lado de los universitarios, que por las circunstancias estaban obligados a buscar el balón, aunque por momentos resultaba trabado en la media cancha. Víctor Manuel Vucetich sacó a Lucho Pérez y metió a Zavala, para tratar de complicarle a los Pumas aún más la existencia.
Por su parte, Memo Vázquez, sin otra opción más que la de ganar, sacó a Paco Palencia y metió a Juan Carlos Cacho, aunque las variantes no pesaron y ambos equipos continuaron convirtiéndose en una buena fórmula para combatir el insomnio.
Conforme avanzaban los minutos, el local se sentía más cómodo con el empate, mientras que a la visita se le terminaron las opciones de hacerle daño a un rival muy fuerte.
Por momentos no se veía por dónde los felinos fueran a cumplir con el milagro, tal cual lo habían hecho en cuartos de final ante Cruz Azul.
Los últimos clavos en el ataúd auriazul los pusieron, primero, el delantero chileno Humberto Suazo, quien despertó a los casi 40 mil aficionados en el inmueble en la recta final del juego, y después el argentino Neri Cardozo, quien sentenció el 2-0 en el tiempo complementario.
Tras el silbatazo final, la explosión del público fue total. La fiesta en el estadio Tecnológico duró varios minutos, con los jugadores agradeciendo la efervescencia con la que la gente los despidió.