Thursday, November 11, 2010

Cinco victorias inolvidables de los Pumas contra el América

Con un título de Liga y otro de Copa, así como el bautizo de un héroe del rival, una goleada y un tanto de último minuto, el equipo universitario ha escrito sus propios pasajes con letras en azul y oro en su rivalidad ante los de Coapa
Tal vez para el América esta rivalidad comenzó después pero para los Pumas arrancó el 1 de julio de 1962, día en que los universitarios debutaron con una derrota en el Máximo Circuito ante los Cremas, pero nadie imaginó que desde entonces ambos antagonistas iniciarían como capricho del destino una enemistad llena de pasión y rencor.




A continuación, las cinco victorias más simbólicas del cuadro del Pedregal sobre su más odiado rival deportivo:




Primer título en el Máximo Circuito




Primer título en el Máximo Circuito
Después de superar con éxito la primera Fase de la Copa México 1974-75, los Pumas avanzaron al grupo final junto a la U. de G., Atlético Español y América. Con siete puntos en su haber, el cuadro auriazul enfrentó en sus últimos dos compromisos a los Cremas, que llegaban con cuatro derrotas y sin puntos; el 17 de julio de 1975 en la quinta fecha del torneo, los felinos ganaron por 1-0 a los Millonetas, con tanto de Carlos ‘Sobuca’ García.




Pumas llegó a nueve puntos por siete de la U de G y se coronó sin jugar, ya que en la última fecha, el 19 de julio los Leones Negros cayeron con el Atlético Español por 3-0, quedándose los tapatíos sin posibilidad alguna de alcanzar a los auriazules, quienes así se llevaron su primer título de Copa y del Máximo Circuito.



Al día siguiente en partido de trámite empataron 0-0 con el América ya en el estreno de su corona copera, encuentro en donde los de Coapa rompieron su sequía y lograron su único punto de la ronda, aunque sin ganar ni anotarle gol alguno a los felinos.



Los Pumas se llevaron la Copa al sumar 10 puntos por siete de la U de G, seis del Atlético Español y uno del colero América.

El baile en el Azteca

El 9 de marzo de 1979, en cotejo correspondiente a la Jornada 27, los Pumas humillaron al América 3-0 en el Estadio Azteca, en lo que fue el triunfo más contundente de la oncena auriazul en el inmueble de Santa Úrsula sobre los Canarios hasta ese momento, en el Apertura 2004 repitieron la dosis.




Ya en la primera vuelta de aquella campaña 1978-79, los felinos de Bora Milutinovic le habían pasado por arriba a los Cremas por 2-0 con tantos de Hugo Sánchez y Evanivaldo Castro, así que se esperaba la revancha, pero esta no llegó.



Aquel viernes de marzo por la noche, Héctor Miguel Zelada, símbolo americanista, disputaba apenas su segundo partido en la Liga local y ahí recibió su primer gol en el balompié mexicano; Jesús Ramírez fue el encargado de ‘estrenar’ al arquero surgido de Rosario Central, cuando al minuto ocho anotó el 1-0; Cabinho, al 70’ y Enrique López Zarza, al 85’, complementaron la obra.

Humillan a las Águilas en CU



El domingo 13 de enero de 1991, durante la jornada 17 de la Liga 1990-91, los Pumas con un futbol dinámico y explosivo devoraron a las Águilas sobre el césped del Olímpico Universitario.




Al medio tiempo, Alberto García Aspe ya se había despachado con tres tantos, al 15’, 35’ y 41’, pero las Águilas le pusieron emoción al encuentro acercándose con los tantos de Antonio Carlos Santos al 38’ y de Marco Antonio Figueroa al 66’.



El alcanzable 3-2 se convirtió en masacre para los visitantes ya que en los dos últimos minutos de juego, Marcos Misdrahi al 89’ y José Antonio Torres Servín, quien anotó con un disparo un poco adelante de media cancha, al 90’ rubricaron una contundente victoria de 5-2 favorable a los locales sobre el América.



Esa ha sido la única vez que los universitarios le han marcado cinco tantos en un solo juego al cuadro de Coapa.





"Por el bien del futbol mexicano"




Tras dos finales perdidas ante el América, los universitarios cobraron la primera revancha sobre el odiado rival en el tercer intento. La tarde del sábado 22 de junio de 1991 fue memorable en la historia de los Pumas, pues lograron ganar su tercer título de Liga, después de una década de ayuno.




En un vibrante duelo de Ida en el Azteca, el América había ganado por 3-2 y por los criterios de desempate de la época a los felinos les bastaba ganar con la mínima diferencia o hasta 2-1 para coronarse por goles de visitante.



Apenas transcurrían seis minutos de juego cuando Ricardo Ferretti ejecutó un tiro libre afuera del área por el costado izquierdo con un derechazo que dobló las manos de Adrián Chávez para terminar en el fondo de las redes americanistas y con ello empatar el marcador global 3-3, que le daba el campeonato a los del Pedregal.



Sin embargo, y pese a la enorme cantidad de variantes ofensivas de los dirigidos por Miguel Mejía Barón, el América no dejó de buscar el 1-1 que le habría dado su tercer título ante los Pumas.



En la agonía del cotejo, Jorge Campos atajó sobre la línea de gol un disparó dentro del área, a quemarropa, de Alejandro Domínguez para consumar la obra, mientras que el Tuca le imploraba al árbitro Arturo Brizio Carter que terminará el partido "por el bien del futbol mexicano".




El despegue del Kikín

Con una buena imagen internacional, tras un papel decoroso en la Copa Libertadores 2003, los Pumas enfrentaron al América de Leo Beenhakker, en los albores del torneo de Apertura. Aquella noche de miércoles 13 de agosto de 2003, el duelo resultó trepidante, pues en el primer tiempo, los Pumas borraron al América y se fueron arriba por 2-0 con los tantos de Darío Verón al 28’ y un autogol de Alberto Becerra al 38’; Jaime Lozano aumentó la cuenta al 53’. Pero, a partir del gol del Jimmy todo cambió y con los tantos de Sergio Blanco, Pável Pardo y Ricardo Rojas, las Águilas lograron empatar el marcador al minuto 85, el momento anímico estaba de su lado.




Sin embargo, emergió del banquillo el nuevo talismán auriazul, Francisco Fonseca, quien al ingresar de relevo al 82’ y como tocado por el dedo del destino anotó con la cabeza el gol del triunfo en tiempo de compensación, esto al 92’, tras un servicio de Aílton da Silva por el costado izquierdo. ‘Kikín’ regularmente era utilizado como jugador de cambio, aunque a partir de ese tanto la afición exigía cada vez más su presencia dentro de la cancha. El 4-3 agónico ha sido uno de los partidos más emocionantes entre Pumas y Águilas en los años recientes.

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