Saturday, April 4, 2009

Como un auténtico depredador, Pumas venció a Cruz Azul en su casa

04 de abril de 2009
No fue un Puma ordinario el que participó esa tarde en una encerrona futbolística con el conjunto de La Máquina de Cruz Azul. Lo que entró por uno de los túneles del Estadio Azul fue un depredador que se dio gusto de devorar a su presa lentamente. Durante 25 minutos el felino se dedicó a medir su terreno, a estudiar a su presa e incluso, se puso algo juguetón cuando al 26' permitió que una liebre con el nombre de Gerardo Torrado, sacara un potente disparo de pierna derecha para derribar a su guardameta, brindándole así un momento de felicidad al colocar el 1-0, antes de quitarle la vida lentamente. Al Puma le resultó molesto la forma en la que su presa festejó la hazaña y por ello, decidió levantar una de sus poderosas garras a la cual bautizó como Dante López para empatar 1-1 al 27'. El paraguayo aprovechó una mala salida del guardameta Alfonso Blanco y la desatención de su zaga, para empujar el balón en una solitaria madriguera azul. Era claro, el felino no estaba dispuesto a perder la cadencia en el torneo mexicano en el cual camina agrandado ya que ha sumado 12 unidades de un jalón. La fiera estaba suelta, correteando de un lado a otro al enemigo que una vez más careció de futbol, de explosividad, de sorpresa y que fue presa una vez más de sus propios errores. Corrió el minuto 31 cuando el Puma se puso bravo. El atacante argentino Martín Bravo, acompañó como auténtico chaperón a Efraín Velarde, quien inició un contragolpe desde la media cancha y con precisión, puso el servicio que Bravo transformó en el 1-2. Tras un pequeño descanso en la selva de cemento, Pumas adormeció a su presa antes del golpe final, con el tercer tanto de la tarde. Al 56', llegó un cabezazo del "Cachas" Íñiguez, quien movió la melena sobre la figura del defensa paraguayo Carlos Bonet, y así el marcador se movió 1-3. Con un par de movimentos sopresivos de Gerardo Lugo y Pablo Zeballos, los cementeros, lograron zafarse del dominio universitario. Durante 10 minutos, La Máquina tocó una y otra vez la portería de los Pumas que tuvo en la figura de Sergio Bernal, a un guardameta casi imbatible. El corazón de los celestes estaba vivo, se negaba a morir antes del minuto 90 y puso todo su empeño para salvar el pellejo. Justo al 86', un disparo cruzado de Lugo se incrustó en la red de Bernal y con ello se registró el 2-3, sin embargo, la reacción fue tardía ya que los auriazules tenían más que amarrado el triunfo.