Pumas empezó con buen empeño. La primera incursión fue por izquierda, mientras que su primer disparo fue de los botines de Alex Diego, quien para este partido suplía a Leandro Augusto por lesión.
Tigres enfrente tenía a unos duros Pumas, que iban dispuestos a ganarse el liderato general de la competencia. Los capitalinos, además, con la pretensión de extender la suerte que habían tenido como local, en sus duelos como visitantes, en los que no habían cosechado una sola victoria.
Los neoleoneses comenzaron a inclinar más la balanza. Al minuto 10 presionaban aún más, con un Lucas Lobos intentando desbordar por izquierda y un Blas Pérez presionando por el centro. El arquero auriazul, Sergio Bernal, tuvo incluso que rechazar un disparo de Lobos, quien se había internado por el costado derecho. Y la insistencia de Tigres hizo que, además, la banda izquierda empezara a hacer sufrir a los capitalinos, con los desbordes de Francisco el "Kikín" Fonseca.
Pumas seguía explotando su banda izquierda, pero no podían pasar más allá de los tres cuartos de cancha. En cambio, la presión de Tigres comenzó a ser cada vez más abrumadora, con Fonseca metiendo centros por izquierda y con remates dentro del área, como el de Jonathan de León al minuto 19 que apenas alcanzó a sacar Bernal justo en la línea. Los desbordes de Fonseca, alimentados por Jesús Molina, comenzaron a ser un dolor de cabeza para la zaga de la UNAM. Y no sólo los desbordes, sino en general todo el juego aéreo de los locales.
El segundo disparo de los visitantes llegó más de 20 minutos después del primero. Israel Castro se animó a disparar de lejos, un recurso que iban a tener que usar con mayor frecuencia, pero esta vez sin éxito.
Blas Pérez desperdició una de las más claras, cuando un pase de Lucas Lobos lo dejó con franqueza para enfrentar a Bernal dentro del área, pero el panameño prefirió buscar el penal. El árbitro Roberto García Orozco, que se encontraba cerca, juzgó que el delantero de Tigres fingió la falta y lo amonestó.
Tigres siguió tocando la puerta de Pumas. Quizás no con llegadas claras, pero sí con una presión más frontal que la de su rival. De hecho, una de las mejores oportunidades fue desperdiciada por el "Kikín", quien después de un mal rechace de "Pikolín" Palacios, mandó la pelota al costado contrario de la meta de Bernal.
Así terminó la primera mitad, con Tigres siendo más claro que Pumas, pero sin llegadas demasiado preocupantes para ninguno de los dos arqueros.
Dante López, al arranque de la segunda mitad, dejó claro que los capitalinos habían entrado al campo con nuevos bríos. Pero para Tigres, la entrada de Guillermo Marino también le daba un poco más de ímpetu al ataque.
Y el partido se puso de ida y vuelta. Un error de Verón dejó a Blas Pérez solo frente a Bernal, pero el panameño se hizo un autopase incómodo que Verón alcanzó a retomar. Después Pumas se fue a la ofensiva, intentando llegar por los costados. Un disparo de Toledo, desde el semicírculo del área del "Conejo" Pérez, puso en alerta a la zaga regia. Y de nuevo vino el intento de Tigres, que ya estaba abriendo un poco más el juego por los costados.
Para Pumas, la entrada de David Cabrera había resultado en una recuperación de balones en media cancha y salida por izquierda, pero sin resultados notables. La entrada de Palencia tampoco había rendido frutos, por lo menos hasta el minuto 75.
Pumas tuvo quizás la oportunidad más clara de todo el partido, pero el "Conejo" evitó un gol que podría haber sido una pesada losa para Tigres. Toledo entró por derecha, centró raso a donde estaba bien ubicado Óscar Pérez, quien rechazó oportunamente, pues la entrada de dos delanteros hizo temblar a todo el Estadio Universitario.
Unos minutos después la balanza se pudo haber inclinado favorablemente para Tigres, después de que se marcó una mano apenas afuera del área de Sergio Bernal. El disparo de Lucas Lobos rebotó en un defensa de la barrera, con lo que se diluyó la oportunidad de los regiomontanos.
Otros dos minutos y Pumas intentaba de tiro libre fuera del área. Tampoco se aprovechaba la oportunidad y, conforme avanzaban los minutos, más parecía que el empate era inevitable.
Sin embargo, el cansancio en ambos equipos parecía beneficiar a los capitalinos pues comenzaron a ganar terreno y los últimos minutos del juego tuvieron más la pelota, parecía que sólo para tener tranquilidad y no recibir gol en contra, pero al final les daría algo más que eso.
Pero al 91' Pumas lanzó un balde de agua fría para el público del Universitario. Francisco Palencia fue hasta la línea de meta a rescatar un balón, para poner un preciso pase a Israel Castro, quien colocó el balón al poste izquierdo del "Conejo".
Un minuto después, los capitalinos pusieron los clavos a la tumba de Tigres, con un segundo gol, ahora anotado por Palencia, quien recibió un buen pase de Dante López desde el costado izquierdo.
Los últimos minutos definieron así un partido trenzado y con la balanza muy equilibrada.
